Los movimientos INTERIORES, en la espiritualidad ignaciana, son llamados de mociones, que son sugerencias e impulsos internos que incitan a que hagamos algo o dejemos de hacerlo. Toda moción inclui un estado de ánimo. Por tanto, esto ayuda a poder distiguir e intuir por donde pasa la voluntad de Dios.
Podemos distinguir dos tipos de estados de ánimo, uno nos lleva a sentirnos bien, tranquilos, alegres, en paz y en armonía. El otro nos lleva a sentirnos mal, inquietos, tristes, turbados y en desarmonía.
Recuerdo que uma vez pergunté a un Padre general que nos visitava: Usted cree. que nuestra província está consolada o desolada?
y com mucha tranquilidad me dijo: Usted está desolado?
La consolación y la desolación son estados de ánimoo movimientos interiores profundos positivos o negativos y que Ignácio decia proceder proceder del bueno o del mal espíritu, los cuales se debsen comprender con sus tácticas y estrategias.
Estos movimientos, en la espiritualidad ignaciana son llamados mociones, que son sugerencias e impulsos internos que incitan a que hagamos algo o dejemos de hacerlo. Toda moción inclui un estado de ánimo. Por tanto, esto ayuda a poder distinguir e intuir por donde pasa la voluntad de Dios.
Podemos distinguir dos tipos de mociones, uno nos lleva a sentirnos bien, tranquilos, alegres, en paz y en armonía. El otro nos lleva a sentirnos mal, inquietos, tristes, turbado y en desarmonía.
Un ejemplo, es que se puede experimentar al momento en el que debemos tomar una decisión importante, crucial. Ahí se puede experimentar una “voz”, por así decir, interna que nos dice, está bien lo que haces, y produce alegría, paz, confianza, que perdura, no es tan solo momentánea. Pero también por otra parte, puede suceder lo contrario, que se sintiera inquietud, tristeza, dudas, desazón y nuevamente como si una voz interior que quisiera prevenir de realizar tal acción.
Para ello se debe aprender a hacer estas lecturas, a estar atentos a estos movimientos interiores y a no dejarse llevar por primeros impulsos o ideas conceptuales.
Qual la diferencia entre mociones y emociones? Las primeiras son profundas duraderas, las segundas, as emociones son superficiais e acontecem o flor de la piel, esto es son volubles pasajeras.
El discernimiento ignaciano es un proceso, un modo, un estilo de vida y no apenas algo que nos lleva a decidir y nos ayuda a distinguir entre el buen espíritu, origen de los movimientos interiores que provienen de Dios, y el maligno, que dice y hace lo contrario.
Esto no es una teoria, si no una experiencia. El discernimiento comunitário es más seguro que el individual, y tanto uno como el otro deben ser acompañados por un(a) asesor(a) adequado(a).
San Ignacio parte de un presupuesto experiencial que todos sentimos y conocemos; él dice que todos experimentamos tres “voces” interiores: la del buen espíritu, que viene de Dios, la del mal espíritu que viene del maligno y una tercera que es nuestra. La primera y la segunda son fuertes y claras; la tercera, la própria no tiene fuerza ni importancia.
Para faciitar el discernimiento Ignacio nos dejó algunas Reglas sea para alguien que se encuentra en inicio de caminada (estoy consolado? Estoy desolado?), o que ya lleva un tiempo no segimiento del Señor (reglas de segunda Semana), donde pueden acontecer engaños y artificios.
El camino puede parecer árduo, pero la tarea es importante pera quien busca verdaderamente amar y servir mejor a Dios y a los demás.
O desafio de lê os movimentos interiores
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